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Lupita

Lupita nos llegó a través de un aviso de un particular. La habían recogido de la calle cuando tenía unos 3 meses, pero no había terminado de adaptarse a la casa, sobre todo a los niños de la familia. Lupita es una gata muy juguetona, a veces demasiado intensa y se emociona tanto jugando que a veces no sabe dónde están los límites.

Su adoptante ideal sería una familia sin niños pequeños, con otros gatos y donde estén a la altura de este derroche de energía que es Lupita. Es una gata muy simpática y divertida, pero no está indicada para todas las edades 😉

Si quieres venir a conocer a Lupita y ver si sois compatibles, ponte en contacto con nosotros  y concertaremos una cita con su casa de acogida. Seguro que te enamoras de ella a primera vista, pero… ¿se enamorará ella de ti? ¿serás capaz de pasar el casting? Ven y compruébalo.

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Alexia

Alexia es la gatita que rescatamos el mes pasado del edificio que iban a derrumbar. Nos hizo pasar unos días un poco malos, porque no nos lo puso fácil para capturarla. Después de varios días de poner jaulas en sitios diferentes y de intentarlo por un lado y por otro, por fin terminó cayendo en la jaula. Se le ha esterilizado y la tenemos de momento en una acogida temporal con otros gatos. Al derrumbar el edificio abandonado donde vivía, su territorio también ha desaparacido, por lo que no podemos devolverla a la calle. Si la llevamos a otra colonia, podría intentar volver a lo que era su territorio, con el peligro que esto conlleva. Además hemos visto que no es una gata salvaje, por lo que nuestra idea es buscarle un hogar.
Sus peques ya está adoptados  y con su nueva familia, pero a ella aún no le ha tocado el momento de poder relajarse en una casa. Es una gata muy buena que permite que le toquen, pero con mucho miedo. Ha pasado ya por una acogida, pero tuvo que volver porque había un perrito que estaba empeñado en hacerse amigo de ella, y Alexia no estaba muy por la labor. Se metió debajo de una cama y de ahí no salía.
Es una gata que necesita un ambiente tranquilo y relajado, donde ella vaya marcando los tiempos y pueda ir aprendiendo a confiar en el humano poco a poco. Estamos seguros de que terminará siendo una gata cariñosa  y dócil, sólo necesita una oportunidad
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Teko

Teko es un gato que fue adoptado hace casi 5 años en Adac. Al cabo de un tiempo su dueña se lo dió a otra familia sin avisarnos del cambio. Según contrato, los adoptantes están obligados a notificarnos cualquier cambio de este tipo. Nosotros hacemos un seguimiento durante los primeros meses, pero con un volumen de unas 50-100 adopciones al año, es imposible mantener este seguimiento por nuestra parte a lo largo de los años, ya que lo llevan a cabo voluntarios que ya van saturados con el trabajo del día a día de la asociación.

Esta nueva familia tenía también gatos y Teko nunca terminó de adaptarse a ellos. Al cabo de unos meses comenzó a hacerse pipi fuera del arenero. Al mudarse a un piso más pequeño, esta situación iba a empeorar, por lo que se pusieron en contacto con nosotros para encontrar una nueva familia para él.

Cuando llegó a su acogida, Teko estaba aterrado. Bufaba, escupía y no permitía ningún acercamiento. Por un momento, nos temimos que este nuevo cambio había hecho mella en él y que sería tarea imposible encontrarle una nueva familia. Sin embargo, con el paso de los días se ha dado cuenta de que estos humanos eran de fíar y ha dado un giro radical. Ahora busca mimos constantemente y se te sube encima en cuanto tiene ocasión. Es un gato muy cariñoso y sociable.

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Coque

Coque es un gatito macho que cogimos de una colonia ajena a Adac para colaborar en su esterilización. Teníamos la idea de volver a soltarlo siguiendo el método CES, pero nos empezamos a replantear esta decisión nada más entró en la jaula. Ya antes de conseguir atraparlo, había sido uno de los gatos que más se nos acercaban, llegando incluso a comer de nuestra mano. Cuando la jaula se cerró, él ni se inmutó y siguió comiendo tan tranquilo. Y cuando le llevamos al vete nos llegó la sorpresa final: era positivo en inmuno. Ahora sí que ya no podíamos volver a soltarlo en la calle.

Los gatos positivos pueden llevar una vida perfectamente normal y duradera, pero son más propensos a las enfermedades, y eso, en la calle, es una sentencia segura. Un resfriado cualquiera, que en un gato inmuno casero puede tratarse y curarse, en un gato de la calle supone una pulmonia casi segura y muy pocas posibilidades de supervivencia.

Ahora Coque está en una casa de acogida y, después de unos primeros días un poco cuesta arriba, ahora ya han dado con su punto débil (las latitas) y ha mostrado su lado más cariñoso y adorable. Es un gato muy simpático, dicharachero y amoroso, y cualquier familia sería afortunada de contar con él como mascota. Si quieres darle una oportunidad a un gato especial, no te lo pienses más y contacta con nosotros para conocer a Coque. Él sólo te pedirá latitas, a cambio te dará amor infinito.