Vespa es la hermana de Garfito y los capturamos el mismo día. Los dos entraron en la jaula sin poner muchos problemas, y la idea era esterilizar y volver a soltar en su colonia. Pero cuando volvimos para hacer la suelta, nos encontramos con varios gatos muertos, aparentemente envenenados. Ante este panorama, no quisimos volver a dejarlos allí, donde corrían tanto peligro.
Esta decisión conllevó encontrarles una casa de acogida adecuada para unos gatitos que ya no eran cachorros y que estaban sin socializar y con un gran miedo a los humanos.
Ahora Vespa está en una casa de acogida donde tienen mucha paciencia con ella, respetan sus tiempos y sus espacios y donde poco a poco va bajando sus defensas y socializando poco a poco. Aún le falta tiempo, pero estamos seguros de que será una gatita dócil y casera al final.