Greta llegó con 4 meses, procedente de una colonia en la que iban a construir un edificio, pero no fue capaz de superar el susto inicial y nunca ha conseguido socializar con humanos.
Sin embargo, con gatos es la mejor anfitriona. Recibe a todos los gatos nuevos con amor y paciencia y los acoge como si los conociera de siempre. Le encanta dormir siestas acompañada de Kiwi y nunca se pelea ni bufa. Sólo le falta una familia con paciencia y tiempo para poder dedicarle y que se relaje y comparta su amor con los humanos.